¿Perteneces al lado oscuro? ¿Vas derecho por la vida?
Si escoges hacer la opción del Bachillerato de Artes probablemente muchos juzgarán que has elegido el camino equivocado; un futuro profesional sin posibilidades. A continuación te citarán un montón de tópicos: el artista que muere en la penuria y le llega el reconocimiento tras la muerte, el bohemio vago, el creador atormentado… Todas esos prejuicios son tópicos románticos del siglo XIX y principios del XX. Hacer Bachillerato de Artes no equivale a tener que ganarse la vida como pintor de caballete. El fin del artista no tiene porque ser el reconocimiento del mundillo artístico tradicional (críticos, estetas, museos…). Hay un colorido abanico de posibilidades; puedes dedicarte a una profesión vocacional con la que te identifiques y además disfrutes: fotógrafo, diseñador, decorador, publicista, escenógrafo, ilustrador, museógrafo, restaurador, etc. Y además de eso, tampoco te cierra las puertas a otras posibles carreras o ciclos formativos que no tengan mucho en común con el Arte.